CONCLUSION
Conclusión
grupal
En el enfoque educativo actual, la
integración de saberes permite combinar habilidades y conocimientos de
diferentes áreas para abordar de manera integral problemáticas complejas que
afectan directamente a los estudiantes, como el fenómeno de las pandillas o el
consumo de vaporizadores. Estas situaciones inciden negativamente en los
procesos de aprendizaje, ya que generan distracción y dificultan la
concentración y el desarrollo académico.
Desde esta perspectiva, el currículo
interdisciplinario se convierte en una herramienta poderosa que busca
garantizar un aprendizaje óptimo, integral y significativo para todos los
estudiantes, sin importar su contexto o condición social. Este tipo de currículo
se adapta a las necesidades particulares de cada estudiante, promoviendo
métodos innovadores que transforman la manera en que se enseña y se aprende.
Además, fomenta un sentido de
pertenencia en el aula, al permitir que los estudiantes participen activamente
desde sus propias experiencias, lo cual favorece la equidad y el respeto por la
diversidad. Así, la integración de saberes no solo enriquece el conocimiento,
sino que también contribuye a formar personas más críticas, inclusivas y
preparadas para afrontar los desafíos del mundo actual.
En conjunto, afirmamos que esta visión
interdisciplinaria es esencial para construir una educación transformadora,
donde el aprendizaje sea un proceso significativo, inclusivo y con impacto
social.
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